Seweryn

Seweryn

Mi esposa tomó todas las decisiones relativas al nacimiento de nuestro hijo, ya que opino que solo una mujer puede saber qué y quién podría ser de mayor ayuda en un momento tan especial como este.

Tuvimos la suerte de dar la bienvenida a nuestro bebé en un hospital donde tanto Raluca como yo pudimos acompañar a mi esposa desde el principio hasta el final del parto. Mirando hacia atrás, creo que la compañía y el apoyo de nuestra doula Raluca no tienen precio.

Para mí fue un gran alivio no sentirme solo con mi esposa una vez comenzaron las contracciones. Saber que ambos estábamos cuidando juntos de mi mujer me hizo sentir mucho más cómodo. Raluca fue un apoyo emocional constante para mi esposa y me aconsejó de manera empática para poder ayudar mejor a mi mujer durante el parto.

Aunque ya habría presenciado el nacimiento de mi hijo mayor, debo de admitir que no era completamente capaz de predecir el comportamiento de mi esposa esta vez y, por lo tanto, no era capaz de prepararme apropiadamente para las diversas etapas del proceso. Por este motivo, creo que el apoyo emocional de una doula es de gran importancia.

Estar acompañado por Raluca fue la mejor decisión que mi esposa podría haber tomado. En mi opinión, su papel durante el parto no era reemplazarme como acompañante, sino más bien animarme y dirigirme para apoyar mejor a mi esposa. En nuestro caso, la presencia de una doula durante el parto favoreció a un ambiente relajado y cómodo.

Ella cumplió perfectamente con todos sus cometidos, y por ello me gustaría darle las gracias de todo corazón.

Seweryn.